
La visita, que tuvo lugar el pasado lunes 9 de junio, permitió al Concejo Deliberante conocer de primera mano el valioso trabajo que se realiza en el Centro de Equinoterapia El Cacique y la Escuela de Equitación La Majúa, ambos pilares fundamentales de Miradas Lejanas.
El Centro de Equinoterapia El Cacique, que recientemente celebró su octavo aniversario, brinda terapia asistida con caballos a aproximadamente 20 pacientes, entre niños, jóvenes y adultos con diversas discapacidades. “Tenemos pacientes con autismo, patologías motoras y Síndrome de Down, entre otras condiciones”, explicó Luciana Sagües, kinesióloga fisiatra y una de las impulsoras del centro. Sagües destacó la importancia de la equinoterapia como una terapia conectada con la naturaleza, donde el caballo es el principal agente terapéutico. “Nosotros hacemos sesiones, sesión de equinoterapia. Es una terapia indicada para cualquier tipo de discapacidad”, enfatizó.
Por su parte, la Escuela de Equitación La Majúa, con más de diez años de trayectoria, cuenta con 35 alumnos que van desde niveles recreativos y de enseñanza básica hasta un equipo competitivo que cosecha excelentes resultados a nivel zonal y nacional.
Actualmente, las actividades de ambas instituciones se desarrollan en el predio de la Sociedad Rural de Necochea, ubicado en calle 106 y 63. “Nos mudamos aquí hace tres años desde el Club Náutico por un tema de espacio. Aquí tenemos mucho más lugar, los caballos pueden estar en potreros libres y contamos con espacios separados para equinoterapia y equitación, lo que nos permite un trabajo mucho más cómodo”, señaló Sagües. El predio alberga alrededor de 25 equinos, entre caballos propios de la escuela y aquellos con propietario.
La concejal Adriana Pérez destacó la importancia de acompañar y visibilizar estas iniciativas que enriquecen a la comunidad necochense. La labor de Miradas Lejanas es un claro ejemplo de cómo la pasión y el profesionalismo pueden fusionarse para generar un impacto positivo en la vida de muchas personas, fomentando la inclusión y el
desarrollo a través del vínculo único entre el ser humano y el caballo.