La noche del 26 de julio de 1952 todo el país había escuchado por la radio el anuncio de la muerte de Evita con una frase que pasaría a la historia: " Cumple la Secretaría de Informaciones de la Presidencia de la Nación, el penoso deber de informar al pueblo de la República que a las 20.25 ha fallecido la señora Eva Perón, jefa espiritual de la Nación”.
Un silencio profundo y luego de unos segundos, miles de personas, trabajadores, jóvenes y fervientes militantes, comenzaron a llorar en todo el país. Había pasado a la inmortalidad la mujer argentina más importante.
La recordaremos como una luchadora incansable que dedicó hasta su último aliento a procurar el bienestar de su pueblo.
En uno de sus últimos discursos pronunciados entrada su enfermedad, muestra el ejemplo de la entrega por un ideal:
"Les dejo mi corazón de amiga y compañera que lucha por ideales comunes y que comparte vuestra felicidad. El camino a recorrer es largo y, a veces un poco arduo. No todas van a ser alegrías, a veces habrá muchas espinas. Pero piensen que poco importa dejar en el camino jirones de nuestra vida si lo hacemos por el bien de los demás, si nuestro fruto ha de ser la grandeza y la felicidad del país".
La Gendarmería Nacional Argentina cumple hoy un nuevo aniversario de su creación, ocurrida el 28 de julio de 1938 por el Congreso de la Nación Argentina a los efectos de satisfacer las necesidades de seguridad inherentes a la época. Fue concebida como una fuerza con relevantes valores éticos y morales, para rescatar en favor de la nación, una geografía distante a miles de kilómetros de los centros de irradiación del saber y del progreso; predicando con el ejemplo y otorgar seguridad a los esforzados pobladores de frontera.
